miércoles, 4 de abril de 2012

Bebé en el hospital

Al fin el día 9 de Febrero nació Lola. ¡Qué ganas de conocerla! Al fin la podíamos coger y abrazar y mirar.
Me llevaron en una camilla con la niña envuelta en una manta entre mis brazos.

La niña, estaba toda hinchadita, me había aplicado unos forceps porque vino con 3 vueltas de cordón. Así que la pobre vino al mundo con algo de estrés.

Yo empezaba a notar mis piernas y empezar a ser consciente de qué había pasado. Creo que desde que entré en urgencias hasta el parto, viví en una nube. El tiempo se me pasó volando, a pesar de esas 24 horas de espera.

Nosotros no queríamos que viniera mucha gente, por supuesto, sí los abuelos y hermanos, pero nada más. Mi matrona siempre me aconsejó que la gente debía mantenerse un poco al margen y sólo debían estar para ayudarnos.

Cuando nuestros familiares se marcharon por la noche, nos quedamos sin palabras, agotados y nerviosos porque era nuestra primera noche con Lola entre nosotros.
Empezamos bien, menudo sarao. Empezó a llorar la pobre, hambrienta por supuesto, pero como había comido hacía relativamente poco, hacía una hora exactamente, pues empezamos a pensar, en diferentes opciones:
  • ¿tendrá caca?
  • ¿tendrá frío o calor?
  • claro, serán los cólicos del lactante.
Para que pensar que la niña podría tener hambre.
El caso es que la cogí yo, la cogió su padre, con la torpeza e inutilidad que caracteriza a los padres primerizos. No había manera.
Pues nada llamamos al enfermero de turno de noche. Y él nos demostró con sus habilidades, cómo había que cogerla para quitarle los gases. Madre mía, menuda demostración, yo creo que este se pensaba que la niña acabaría en el CIRCO DEL SOL. Pues nada claro la niña se calmó, se lo estaba pasando fenomenal.
Cuando el enfermero se marchó, la niña volvió a llorar. Erre que Erre. Lo peor de todo es que ni su padre ni yo no supimos cogerla como nos había indicado el maravilloso enfermero de la noche, tan simpático él.Yo creo que ni prestamos atención, como la niña se calmó debimos pensar para qué escucharle.

Al cabo del rato, como la niña no se calmaba, volvimos a llamar al timbrecito y esta vez vino una enfermera. Un poco antipática, diría yo. La niña había vomitado de tanto llorar. Así que la enfermera le quitó el body de 6 meses (que es el que hay en el hospital) y le cambió también el pañal. Y luego nos dijo, con un aire... AHORA MAJOS OS TOCA A VOSOTROS PONERLA EL BODY, YA ES HORA DE QUE APRENDÁIS.

Madre mía, la niña cada vez más histérica y encima con unos padres artistas que no tenían ni idea de poner un body. 

Finalmente como ya llegó la hora de la toma, le di el pecho. Y por fin se calmó.

4 comentarios:

  1. Es un proceso de aprendizaje en el que lo más importante es LA PACIENCIA Y EL AMOR todo lo demás viene solo, esta etapa pasa volando, aunque ahora parezca que no hay vida más allá del bebé, luego lo echarás de menos, te lo prometo. Enhorabuena por el lanzamiento bloggero!

    ResponderEliminar
  2. Lola va a ser una pillina!. ya podéis prepararos!. me alegré mucho de su llegada!. yo estaba en ese curso mientras te "apalizaba" con sus pataditas, haha!.
    enhorabuena, y ánimo con el blog!. hay mucho que escribir sobre esto!. millones de besos para esta familia tan bonita!.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. después de mas de 30 años, veo que la experiencia es la misma. Es bonito recordarlo

    ResponderEliminar

¿te ha gustado mi post?