A veces quiero tirar la toalla!!!

Ayer por la noche, creí que me moría. Bueno y creo que mi marido debía tener la misma sensación.

Desde que he empezado en un nuevo curro, tengo que trabajar algunas noches para poder estar con Lola por las tardes y el cansancio acumulado, me hace desear dormir y dormir.

Nunca fui dormilona, pero desde que ha nacido Lola, ya hace más de un año, deseo con todas mis fuerzas abrazar la almohada y envolverme entre las sábanas para dormir.

La noche de ayer fue movidita pero la de esta noche, se lleva la palma.

Ahora de día lo veo de otra manera pero los sentimientos que ayer aparecieron durante la noche, fueron muy intensos.

El caso es que ayer como casi todos los días, nos metimos en la cama a las 00:00 y de repente una hora más tarde Lola se despertó protestando mucho. Así que me fui a su cuarto y cuando la tenía en brazos señaló nuestro cuarto. Ultimamente lo ha hecho cuando no se encontraba bien, porque quería dormir con nosotros. Así que la lleva a nuestra cama y se tumbó atravesada, ocupando completamente mi espacio vital. Y mi marido, que en ese momento, pensé que era "lo peor" roncaba a más no poder. Le pedí ayuda para colocar a Lola un poco mejor y poder tumbarme, pero no hubo manera, no contestaba y me fui al salón a dormir. Pero al estar tumbada en nuestro sofá regalado de ya unos años, pensé, esto no puede ser, "que me tenga que ir yo a dormir al salón, no lo puedo permitir". Así que entre cabreo y sueño, volví a la cama y cogí a Lola que además pedía agua, pero que el muerto de su padre ni contestaba, y la expliqué que la llevaba a su cuna a dormir. 

Pero claro, Lola no está ultimamente ayudando con las negociaciones y en su cuarto, en mis brazos, pasaba de dormirse, no hacía más que señalar el cambiador. Y me señaló con su dedito que quería que la cambiara el pañal. Así que sorprendida, se lo cambié. 

Pero eso no ayudó a que Lola durmiera, sino todo lo contrario.

El caso es que luego me señalaba el suelo y la dejé en el suelo de su cuarto y me fui al nuestro. Pero claro protestaba.

Sé que suena borde, lo que hice con Lola, pero llevamos arrastrando, días de intensas primeras rabietas que me nublan cualquier cosa. Así que siento si a alguien no le gusta, pero desde luego lo de ayer ya era lo peor que me había pasado con ella hace mucho.

El caso es que mi marido fue a cogerla y ella lloraba y lloraba, le preguntabamos ¿qué quieres? y ni quería nuestro cuarto, ni su cuna, ni biberón, ni nada.

Y entramos en un bucle de dos horas y pico, donde me entró un bloqueo total.

Finalmente después de todo ese tiempo, de ir a su cuarto, traerla al nuestro (esto en numerosas ocasiones), hacerla biberón, darle apiretal pensando que era un dolor por las muelas, mi marido se la puso encima en su cuarto y moviéndola se quedó frita.

Hay que vivirlo para sentirlo, porque quizás parece que encima somos unos exagerados, pero de verdad menuda noche. En muchas ocasiones durante esas horas, pensé en tirar la toalla. Claro que esto es imposible, que la niña ya está aquí y es para siempre. Pero de verdad, en estas ocasiones me planteo que nos hemos confundido, que nos hemos complicado la vida.

Esta mañana Lola se levantó muy contenta y parece que todo se quedó en un mal sueño.

Por favor, recemos para que esta noche podamos descansar. Lo necesitamos.