Hace quince días Lola empezó a quejarse mucho con el tema de las dientes, pero, un día en particular, al despertarse entre medias de la siesta, no me dejaba agarrarla, se retorcía y la empecé a acariciar hasta que volvió a quedarse dormida.
A la hora y media se despertó igual que antes llorando y gritando. Y pensé que no podía ser lo de los dientes. Hilando una cosa con otra y recordando, me di cuenta de que lo que la pasaba es que se le había irritado el culo. Algunas cosas que me ayudaron a darme cuenta fueron:
- Lloraba gritando
- Se retorcía
- No podía cogerla de debajo del culo, porque la molestaba
Así que cuando la puse en el cambiador, lloraba y lloraba. Y ya cuando la iba a quitar el pañal, me daba patadas para que no lo hiciera.
Mi corazón se fue encogiendo y empecé a sentir un nudo en mi garganta.
Al abrir el pañal, ahí estaba, la rojez que envolvía desde arriba y le recorría todo, hasta los mofletes del culo.
Al intentarla limpiarla, me pegaba, gritaba, pero yo tenía que limpiarla cada centímetro de su culete, para que no quedara ningún resto, porque podía ser peor.
Así que con una tensión espantosa, con mis músculos contraídos por el dolor de ver a mi hija llorando desconsoladamente, lo conseguí.
La dejé sin pañal y me la llevé a mi cama, le puse una toalla, pero cada vez que la rozaba lloraba y gritaba. (Ahora al escribirlo, me viene todo lo que pasó a la cabeza)
Aquí empecé a llorar, porque mi hija no paraba de llorar y de pasar mucho mucho dolor y no sabía cómo calmarla. Las lágrimas iban brotando y no paraban de caer. La cogí de tal manera que parece que Lola se encontraba más a gusto, pero a pesar de que ella paró de llorar, yo no podía parar de hacerlo. Me sentía fatal, por no haber adivinado que eso iba a ocurrir, por no haber sido más previsora y porque no sabía cómo podía ayudar a mi hija a pasar un mejor momento, sin dolor.
Así que de repente, cuál fue mi sorpresa, que Lola que ya no lloraba, y yo sí, se giró para mirarme y me empezó a acariciar.
Me quedó tan alucinada, tan sorprendida. Os preguntaréis cómo sé que me acariciaba. Pues bien, Lola a veces no controla la fuerza y su padre y yo la enseñamos a que podían tocarnos SUAVE, SUAVE, y que eso era una acaricia. Así que ese momento, en el que Lola con su manita, pasó por mi cara y me hizo eso que la enseñamos, suave, suave.
Me quedé sin saber qué hacer, lo que sé es que mi forma de llorar cambió, porque me sentí emocionada, por lo que una niña de apenas un año recién cumplido, había dejado a su madre completamente impresionada.
Y que digan luego, que los niños no se dan cuenta de nada. Pues sí señores, lo niños y los bebés son más receptivos que los adultos. Así que esto me enseñó una gran lección.
La piel de gallina me ha dejado...los bebés y los niños son esponjas y se dan más cuenta de lo que nos pensamos, ahora nos imitan mucho.
ResponderEliminarUn besote y espero que a Lola se le cure pronto ese culete.
Pues como quedé yo, alucinada y con un hormigueo por dentro que no me lo podía creer. Ayy es que a pesar de esos días chungos y de malestar es preciosa y muy rica.
EliminarLos niños son lo que ven, y si ella ve que tu intentas calmarla cuando llora, instintivamente ella hace lo mismo contigo. Por eso es tan importante inculcar valores y aptitudes. Un momento precioso el que has vivido, de los que pocos hablan, pero que las que somos mamás alguna vez hemos disfrutado. A mi me pasó también.
ResponderEliminarUn beso madraza.
Madre mia, es que luego me dio un subidón, pobrecita Lola. La verdad es que es un momento que creo que jamás se me olvidará.
EliminarGracias por tu comentario.
Pilar
Pues claro que se dan cuenta, claro que entienden...absolutamente TODO.
ResponderEliminarTienen un sentido de la empatía desconocido para nosotros, desde que son pequeñitos aprenden a conocernos a nosotros y a sí mismos, y dan cariño porque lo reciben primero, eso es así.
Ten por seguro que tienes un tesorito en tus manos, besazos mil! ;))
lo entiende todo, todo todo, estoy alucinada, pero es que es un amor.
EliminarHace meses entre el cansancio y el desorden en mi hogar, me heche a llorar como niña delante de mis tres hijos (menores de 6 años en ese momento) y los tres se sentaron conmigo me abrazaron...mi corazón quedo como una pasa arrugado cuando vi lagrimas también en sus ojitos.
ResponderEliminarMe imagino que debimos sentir lo mismo tu y yo.
Saludos, Andreína.
oyyyyy por favor, qué emocionante!!! estoy alucinada. Son increíbles.
EliminarGracias guapa por contarme tu historia. Lo mejor del blog los comentarios y sus comentaristas.
Valentina pasó por lo mismo con el culete dos veces, de la última todavía nos estamos curando y lo pasamos muy mal la verdad, ella no queriendo que la tocara y yo con ganas de llorar, un nudo en la garganta y teniendo que hacerlo para que se pusiera bien pronto. Con mucho cuidado y Pasta al agua ya está muy bien, pero se pasa fatal, ellas que son un amor y muy listas saben que les hacemos lo que hacemos por su bien, pero no consuela ¿verdad?
ResponderEliminarEspero que Lola se cure pronto y te siga haciendo muchas caricias ;-)
Muchos besos
que mal lo estoy pasando Mora, es espantoso, pero mira, esas caricias nunca se me olvidarán. Gracias cuanto tiempo que no te veia por aquí.
EliminarUn niño no entiende tus palabras, pero entiende perfectamente el tono en el que se las digas. Les transmitimos todos nuestros sentimientos, por eso hay veces que tú estás nervioso y a tu hijo que no le pasaba nada, de repente le da el baile de san vito y no para quieto, en cuanto te relajas y transmites serenidad, ahí se calman y se acabó. Qué bonito sentirlo, saber que hay otra manera de comunicarse que no entiende de idiomas ni de lenguaje, es el sentimiento y la piel lo que manda. Precioso post amiga.
ResponderEliminarya ves, qué chulo sentirlo. El lenguaje corporal es increíble, y que un bebé te entienda es alucinante también. Gracias Lorena por estar ahí
EliminarPrecioso! Me has emocionado... Con lo revuelta que me ti.enen mis hormonas... Lo mejor del mundo, una caricia de tu bebe
ResponderEliminarQué anecdota más conmovedora!! Es cierto los niños lo perciben todo a la vez que imitan cuanto ven. Trabajo con niños y cuanto más pequeños más agradecen que los cuides y los protejas. Lo del pañal me has recordado que alguna vez me pasó en la guarde, de algun/a niño/a con el culito así y da mucha pena; es muy normal que cuando empiezan con los dientes se les irrite esa zona tan sensible.
ResponderEliminarYa verás como poco a poco y con tu cariño, mejora.
Un saludo.
Qué bonito Pilar!!!me has dejado sin palabras!!!
ResponderEliminarLos niños se dan cuenta y lo aprenden tdo, lo bueno y lo malo. En este caso esta claro que ha aprendido algo muy bueno y muy bonito y que ha puesto en practica cntigo!! No me extraña que luego te artaras a llorar xo de alegria!! K preciosidad!! Jeje! Besos
ResponderEliminarQue historia mas bonita,que emocion cuando les ves esas muestras de cariño. me ha hecho recordar el otro dia,que me hice daño en una mano,y yo,un poco exagerada,chille un poco. mi hijo me miro un poco asustado,y le dije que me habia hecho pupa. al rato vino,y me dice mami pupa. y le dije que si. Entonces me cogio la mano y le dio un besito. lo mismo que le hago a él cuando se hace daño.me lo comi a besos claro. tiene 22 meses,y que listo es madre miaaaaaa,jeje.
ResponderEliminarEs la primera vez que me animo a escribir,aunque te leo siempre. besitos a ti y a tu pequeña,y espero que lo del culete se le pase pronto!!
Que historia tan bonita Pilar, la verdad es que estos peques a veces nos dejan alucinados. No me extraña que te quedaras emocionada :-)
ResponderEliminarUn besin
Lo siento por lo del culete, pero es una historia muy tiernita. Me tienes con las lágrimas colgando. ¡¡¡Qué dulce!!!
ResponderEliminarMi peque también es super cariñoso y viene y te abraza y te besa, es todo dulzura. La verdad es que como dices, se dan cuenta de todo. ¡¡qué amores más bonitos!!
Muchos besos.
Que bonito, la verdad que siempre nos sorprenden para bien.
ResponderEliminarEl otro día yo tb me desbordé con una rabieta suya, hay veces que no sabemos gestionar bien lo que les pasa a nuestros peques, pero es normal, nadie nace sabiendo!
Ánimo que sabes que a pesar de todo, ya ves que tienes a tu peque apoyandote
¡Qué bonita historia! Por supuesto que los niños sienten y perciben, estoy contigo. Mucho más de lo que se asume, e incluso cuando duermen (hay hasta estudios científicos que lo señalan). Espero que Lola esté ya mejor. Un besazo!
ResponderEliminarY una muy buena lección! Que post más dulce, Pilar!
ResponderEliminarLo de las rojeces puede pasar, y hay veces que tardamos en pillar el truco del porqué del llanto. Por eso no te preocupes en exceso, habrá tantas veces que no lo sepamos, o que nos equivoquemos en el motivo! Pero las caricias de Lola me han encantado!
jo, pilar, me ha emocionado a mí también la historia. claro que se enteran, se enteran de un montón de cosas. y desde que tienen meses, no hace falta que tengan el año. otra cosa es que como no hablan nos pensamos que no saben pero no es cierto.
ResponderEliminaryo también estoy intentando enseñarle a víctor que se puede tocar suave y no a porrazo o cabezazo limpio que es como va él...
un beso
Una historia preciosa Pilar..... Me dejas con las lagrimillas en los ojos... Pobre peque! Y que mal se pasa cuando lloran y no puedes hacer nada!
ResponderEliminarCon Akane, 14 meses, estamos en la misma situación: enseñándola a acariciar! A ver si deja de dar palmadotas, mordiscos y cabezazos.... ji!