La bota asesina

Resulta que hace unos días, se me antojaron comprarme unas botitas de agua. Las que tenía son de caña estrecha y de los años 80, osea que imaginaros el panorama. Así que me enteré que en Decathlon vendían unas interesantes, de colorines y de caña más bien ancha. Y es que chicos, tengo unos gemelos, que son gemelotes. Así que nada nos fuimos los tres y compramos varias cosillas en el Decathlon.

Mis botas son las siguientes:

Bota de color morado, llamado por Decathlon BOTÍN INVERNESS 100F VIOLETA

Cuando antes de salir del Decathlon le enseñé las botas a Lola, le fliparon. Le gustaba tocarlas porque tienen una textura como viscosa.

A los pocos días, sin haber estrenado aún los botas, se las volví a enseñar. Cuál fue mi sorpresa que empezó a temblar de miedo. Lo que hacía era además de temblar, ir girándose y esconder una de sus manitas, pegando muy cerca de su cuerpo el bracito. Y luego hace ruidos de protesta.

Yo me quedé alucinada, del amor a odio, en unos pocos días de diferencia.

Bueno pues había que sacar partido a este miedo escalofriante de Lola. Pues bien hemos colocado las botas, en aquellas zonas del salón que queremos que no pase y consideramos que son peligrosas. No sé si somos un poco crueles pero de verdad que es super efectivo. Y es que de momento no hemos encontrado el modo de que no pase a esos lugares peligrosos.

La bota de la izquierda está puesta para que no pase a coger los CDs y los cables del ordenador y teléfono. Le gusta morder los cables y chupar los CDs.

La bota de la derecha, está delante de la estantería Billy llenita de libros hasta arriba. El otro día empezó a toquitear el libro gordo de thermomix y se hizo daño.

Así que esta es la anécdota del momento.

Es una medida improvisada, hasta que encontremos una solución.