jueves, 19 de julio de 2012

maldita sombrilla

Bueno aquel día que dije que iba a comprar la sombrilla para el carro, creo que se me cruzó un cable.
Me compré la de mi carrito de Bugaboo, de color tostado claro, preciosa, y pensaba que me iba a comer el mundo. Yo no sé en que debía estar pensando.

Bueno ponerla fue un coñazo, ya he contado que nosotros carecemos de esas características pretecnológicas que tienen otros padres, vamos que nuestra habilidad bricolajera e inquietud que tienen los padres para armar trastos, no la tenemos. Por mi parte, mi padre nunca hizo nada bricolajero, bueno aunque sí cambiar bombillas, poner un cuadro, pero no más, eh? no os vayáis a creer lo contrario. Y mi madre, era la cabeza pensante, que sí que sin necesidad de leer las instrucciones programaba el vídeo VHS. Pero fíjate el vídeo VHS dónde se quedó.
En el caso de mis suegros, pues mi suegra, no la veo yo ni poniendo cuadros, ni quitarlos, ni bombillas, porque es una marquesona y para eso siempre ha tenido a su marido que le hacía todo lo que ella manda. Y mi suegro es ingeniero industrial, pero de esos, que montan los enchufes y cuando vas a poner un pequeño electrodoméstico, te quedas con el enchufe en la mano, poniéndote en el mejor de los casos, que el peor, ya sabemos que es electrocutarse.

Así que ni Kaco, ni yo somos de los que utilizamos muy bien nuestras manos y poco la cabeza para poder utilizarlas. Vamos de los que tienen que hacer la pelotilla al amigo o al vecino para que te lo monten todo.

Me acuerdo, que además, cuando ya nos íbamos a poner a colocar la sombrilla, encima discutimos, así que la niña sufrió las consecuencias, de nuestro cabreo y hasta que no lo solucionamos, a la niña la seguía dando el sol.

El caso, es que finalmente, cuando ya estábamos arreglados, por fin colocamos la sombrilla, con más o menos dificultades, pero la colocamos. Nuestra sorpresa fue cuando salimos a la calle, y mucha sombrilla, pero mucho sol también. Como siempre, Lolita sufriendo las consecuencias. El caso es que ya tenemos la sombrilla desde hace casi dos meses y no consigo domarla. Si la sombrilla la coloco a la derecha, el sol le da , si la coloco a la izquierda, el sol también le da. He llegado a conducir el carro, con una mano y con la otra moviendo la sombrillita de los c..... para que a mi niña no le de el sol.

A veces, para que no le dé el sol, salgo corriendo. Cada vez que paso por una situación así, pienso en si otras madres pasarán por lo mismo. Menos mal que Lolita es más lista que todo y cada vez que le molesta la luz, se gira. Así que mira, de padres tontos, niña lista.

Menos mal, que están las gasitas, las gasitas que un día mi madre me trajo no sé de donde, pero que ya he visto que casi todas las mamis las llevan encima. Esa gasita que cuando hace fresco, se la pongo por encima a Lolita, la que utilizo para poner por encima de la capota y proteger a Lolita del sol, la que utilizo como arruyo, etc.



Menos mal que existen inventos más baratos y sencillos que nos hacen la vida más fácil. Gracias Mamá por comprarme estas cosas.

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