lunes, 14 de octubre de 2013

Confiar más en nuestros hijos

¿No os ha pasado que a veces no hacemos ciertos planes porque pensamos de antemano, con nuestra bola del futuro, que nuestro hijo o hija, no va a portarse bien?

Esto que planteo, me pasa a mi y lo veo alrededor, que directamente no quiero complicarme la existencia asistiendo a algunos lugares o celebraciones para evitar pasar un mal rato. Pero hay a veces que esto no es posible y los compromisos "obligatorios" no nos los podemos saltar.

A mediados de septiembre se casó mi cuñada, la hermana de mi marido, y ¿Cómo no íbamos a ir a su boda?. Bueno no quiero ni pensar la que se hubiera líado, sino no hubiéramos ido. 
Unos días antes de la boda, yo ya estaba nerviosa, pensando en qué podía pasar o no, cómo hacer las cosas para que Lola lo tuviera fácil y no liara nada, como ya he comentado antes, con mi bola de cristal.

El caso es que llegó el gran día, Lola, durmió una buena siesta y la vestimos y llevamos a la iglesia. Debo decir, para no obviar ningún detalle, que mis padres también estaban invitados, por lo que eso también me ayudaba a tranquilizarme. Cuando está mi madre, siempre puedo contar con ella, para que cuide de Lola.
El caso es que entramos en la iglesia, y Lola se pasó toda la misa, saltando el reclinatorio, hasta que descubrió que la iglesia estaba compuesta por unas naves largas, por donde podía correr. Así que su padre y yo corrimos detrás de ella pero ni lloró, ni gritó, ni nada que llamara la atención. En realidad creo que llamaba más la atención el hecho de que unos adultos corrieran detrás de un mico en los pasillos de la iglesia.

Después de esto, nos fuimos al banquete y antes de entrar en la cena, durante el cóctel, anduvo entre los invitados y lo único así más escandaloso es que cuando nos acercábamos a la novia, decía que no con la cabeza y se echaba a llorar. Creo que no le gustaba nada el vestido largo y blanco. ¡Curioso! eh?

En la cena, le dimos su puré, bueno más bien ella se lo comió solita, por supuesto con un mega babero acompañado de una super servilleta y después se bebió su biberón. Ahí fue cuando empezó a protestar más por el cansancio. Le pusimos su mantita en el cochecito y se quedó frita.

Yo no lo podía ni creer, mi bola mágica me había hecho suponer, que se pasaría de rosca, que no dormiría y que le daría un ataque de gritos. Pero qué va!!!

Así que esto me llevó a reflexionar y pensar que no tiene por qué pasar nada, que en el caso de Lola se adaptó muy bien y que por ello hay que confiar más en ella. Que esto no quiere decir que para el próximo evento o celebración ocurra algo, pero lo primero hay que confiar en ellos.




17 comentarios:

  1. Que guapas estais!! La verdad que si...tendríamos que confiar más en ellos, justamente esta semana nos fuimos a un chino con él, y se portó genial, se puso de arroz tres delicias hasta arriba, lo único que que pasó que rompió un plato...jajajaja pero nada que no se arregle con una propina jejeje Besitos

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    1. a mi me pasa que siempre creo que va a liarla, y estoy en guardia, por eso creo que ella también se pone nerviosa al notarme inquieta. Pero en ello estamos en intentar relajarnos y disfrutar todos.

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  2. Que foto tan bonita!!! estáis guapisimas!, no solo hay que confiar en ellos, es que hay que acostumbrarlos. Si no tu vida social desaparece y por otro lado, es bueno para ella descubrir cosas nuevas y enfrentarse a situaciones desconocidas.
    Un beso.

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    1. Tienes toda la razón, la verdad es que no lo había visto desde ese punto de vista, pero es cierto, que ellos tienen que acostumbrarse a las cosas. Gracias Vanessa, como siempre aprendiendo de todas vosotras. Me encanta

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  3. Qué guapas por favor! De dónde sacó ese pelazo la rubia????
    Me alegro de que disfrutes de experiencias así: te dan la confianza de que van a venir muchas más! ♥

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    1. La verdad es que no sé muy bien de donde sale ese pelo rubiales. Es un poco raro. Sí eso espero hacer muchas más cosas con ella. Un beso preciosa

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  4. Me encanta la foto!! q cara más bonita :-)

    La verdad es q yo cada vez que tenemos alguna cosa fuera de la rutina y pienso q se van a portar bien, la lían y cuando voy pertrechada con cien mil cosas "por-si-acaso" resulta que se portan de maravilla...

    Si te sirve la experiencia de esta mamá de dos, nunca, nunca, nunca dejes de hacer algo porque pienses que te la va a liar tu hija, eso sí, ten siempre un plan B. Nosotros les hemos llevado a conciertos y teatros al aire libre, que en teoría no eran para bebés y hemos podido disfrutar, aunque tratábamos de elegir sitios en los que si al final se cansaban un poquito pudieramos irnos sin molestar.

    Me alegro q lo pasarais de maravilla...

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    1. Gracias por tus consejos, por cierto muy buenos y positivos. Así que al igual que mamaquesabe intentaré no dejar de hacer cosas por tener a Lola. Un beso enorme y muchas gracias

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  5. Me ha pasado un montón de veces. La vez que nos dimos cuenta que había que confiar un poco más en él fuen en nuestra boda (él tenía 15 meses) y durante la ceremonia, estuvo en el carrito calladito y monísimo, durante el coctel y parte de la comida sobando (hasta con la babilla y todo) y después jugando y tan feliz, el rey de la fiesta.... así que nos dimos cuenta, que a veces nosotros nos ponemos paredes delante y evitamos hacer planes, que luega resulta que salen genial!!!!!!

    BEsotes!

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    1. Pues mira un ejemplo más de que hay que confiar en ellos. Qué chulo que él estuviera en vuestra boda, qué maravilla!!! Seguro que lo vivisteis como un momento super bonito. Un beso y gracias por comentar

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  6. qué guay! yo reflexioné algo parecido después de ir al seguro hace unos días para ver si me arreglaban el coche. normalmente hago todos los recados sola (excepto los que sé que me van a llevar 1 minuto) para evitar marrones y pollos con víctor pero aquí no me quedó más remedio que llevarlo y para allá que me fui con mi carrito y un montón de gusanitos, jamón york y chupetes. bien, pues cual no sería mi sorpresa cuando vi que no me hacía falta nada. todo el rato que estuve hablando/discutiendo con los del seguro, víctor estuvo allí en su silla, todo pichi, sin rechistar. y me dio una lección.
    un beso

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    1. Pues vaya sorpresón con el tema de Victor, fliparias de lo lindo, viendo que se portara tan bien. Si es que en realidad son así. Buenos por naturaleza. Me alegro mucho, Bego. Un besote

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  7. Tienes razón que nunca sabes como van a responder estos locos bajitos. Nosotros por el día intentamos no cerrarnos a ningún plan pero la noche es otra historia. El hecho de que el niño pierda su rutina para irse a la cama, y que haya que moverle del cochecito a la cama después de la juerga nocturna nos da mucho yuyu. Y quién tiene cuerpo para una juerga nocturna? A mi me cuesta llegar despierta a las 23.00! Aún así, lo tenemos pendiente, es cuestión de probar.
    Mamiscelanea

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    1. No por la noche yo pienso igual que tu, yo ya no estoy para ningun trote y prefiero que Lola se vaya a dormir y descansar que eso me asegura cierta tranquilidad. Muchas gracias, un beso, Elena, que sé que eres Elena

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  8. Qué guapas estáis en la foto!!
    Basta con pensar una cosa para que hagan la contraria. En sitios extraños, y con gente a la que no ve mucho, suelen ser ser o angelitos, o diablillos, pero con la edad de Lola, necesitan moverse, eso sí, no se separan de los papis. Así que enhorabuena por vuestra experiencia!

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  9. Hola :D he venido a dejarte un premio, pues tu blog me gusta mucho :D http://mamaculeca.blogspot.com/2013/10/mi-primer-premio-liebster-award.html

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  10. Lo primero de todo ¡¡estáis guapísimas las dos!! Lo segundo, completamente de acuerdo contigo. Me ha pasado más veces con Peque: reuniones familiares, bodas, viajes en coche, incluso una horrible visita a Urgencias, con sólo 5 meses y más de 12 horas sin comer. En todas esas ocasiones, Peque me ha sorprendido.
    Ahora en casa estamos con el debate de las vacaciones ¿hacemos lo que nos apetece y cogemos un avión o las modificamos por si Peque nos da el viaje? En breve creo que publicaré una entrada sobre el tema en mi blog y, si no te importa, te citaré.
    Un beso guapa, y confía más en Lola, que se lo merece.

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