lunes, 16 de septiembre de 2013

Sombras y nieblas en mi maternidad

Las sombras y nieblas de mi maternidad, puede que tengan que ver con las de otras madres, creo que muchas son comunes a todas, y otras son más particulares.
Sentir que la situación se hace grande, que la maternidad te la venden como algo maravilloso y es todo lo contrario de eso. No quiero decir, que tu bebé, que es tu hijo, sea un problema sino que a la maternidad le acompañan un montón de experiencias espantosas que hace que se viva a veces con aires negativos. A continuación voy explicando esto paso a paso. 

La siguiente imagen me trasmite un poco lo que siento, esa oscuridad con ese rayo de luz, que de vez en cuando te permite ver las cosas desde un punto más positivo.

aprendiendo-asermadre_sombras de la maternidad
imagen_ monk3y.tumblr

  • El cansancio, me mata, Nunca fui dormilona, pero recuerdo los primeros meses, en un constante cansancio, llorar por las esquinas por ese sueño que no puedes tener, por ese descanso que se necesita y no hay manera de recuperarlo. Hoy por hoy con 18 meses de vida de Lola, puedo decir, que aunque estoy más recuperada, noto que cada día, me pesa, tengo sueño y cansancio, ahora por las carreras que la niña me obliga a dar.
  • La tristeza de los primeros meses. Sí creo que tuve depresión postparto, porque la tristeza achacada al cambio de vida y movimientos hormonales, fueron más de quince días. Sentirme mal, por sentirme triste, qué locura.
  • Sentir que ya no existes para los demás, que la primera de todo es Lola, ella es la que más importa y muchos en vez de preguntarte como te encuentras, preguntan por ella.  Pero no sólo es que no existas para los demás, sino también para una misma. En mi caso, mi total abandono, me ha llevado a situaciones y momentos duros, que al cabo del tiempo, me han hecho reflexionar sobre que esto debe cambiar. 
  • La culpabilidad, es esa emoción, ese sentimiento, que desde el día 0 vuela sobre mi cabeza y mi corazón. Me siento culpable, cada vez que dejo a Lola en la escuela infantil o con mis padres, o cuando me surge alguna cosa por la que tengo que posponer estar con ella. 
  • Las críticas. Convivir con críticas y presiones por parte de otros. Que no creo que sea mal intencionado, pero desde luego han dolido mucho y me han hecho pasar momentos de desesperación porque me he visto entre la espada y la pared en muchas ocasiones. 
  • Mi cuerpo, deformado, por haber tenido un hijo. Una barriga muy grande, con un sobrepeso que me está trayendo problemas, como lumbalgias, contracturas y una fascitis plantar muy dolorosa. 
  • Un sentimiento de soledad constante, primero porque las preocupaciones de madre, a veces no son entendidas por otras personas que no están viviendo lo que yo. Amigos que no entienden lo que me pasa, hace que me sienta incomprendida y aislada. Los amigos huyeron, a otros mundos, debe ser que no quieren oír hablar de la teta, o de las cacas de la niña. O que no asumen que no podemos salir a cenar, sino hacer una merienda en casa, e irse prontito porque Lola tiene horario infantil. Así que muchos de mis amigos han huido.
  • Dependencia, de mi hija, hacia mi, que a veces me agobia y que me deja sin respirar, por no tener mi propio espacio. A veces me he visto en la situación de tener que ir al baño con ella y no poder estar tranquila, como en el caso de la imagen.
aprendiendo-asermadre_sombras de la maternidad 1
Encontrado en Pinterest
  • Me siento más mayor, más vieja, nuevas arrugas y cara de cansada.
  • Las tendencias de la maternidad, los extremos que nunca me han parecido solución. Personas que te presionan para que sigan sus ideas, porque están convencidos de que es lo mejor. Esa sensación de no estar de acuerdo ni con unas ni con otras y por eso también sentirte a veces fuera de lugar. 
  • Sentirse débil, por las inseguridades, por las preocupaciones y por las críticas de los demás. 
  • La relación con mi pareja, viene y va. Tiene momentos de estar muy bien y otros de estar fatal. La falta de comunicación entre nosotros, no ayuda en absoluto. 
  • La bipolaridad, sentir que quiero a mi hija y en otros momentos, cuando tiene rabietas, quererla lo más lejos posible o dar el relevo a otro. Días en los que pienso que tener a Lola ha sido maravilloso y otros que qué he hecho con mi vida. 
  • La gestión del tiempo, cuando Lola se pone malita, o cuando surge algún contratiempo y tenemos dificultades para conciliar la vida laboral y familiar. Hacer un tetris, para encajar nuestros horarios y encontrar el punto en el que ninguno salga perjudicado. 
  • Olvidarme de muchas cosas, desde que me quedé embarazada, todo se me olvida y aunque llevo la agenda hay cosas que se me escapan.
  • No permitirme ponerme enferma, procurar estar tan sana como un roble, porque aunque tenga fiebre, tengo que cuidar a Lola. Es un auténtico suplicio estar mala y estar con ella, no por ella, sino porque no tengo fuerzas para hacer nada.
  • A veces ir al pediatra y al médico que corresponda y sentir que soy una exagerada
  • Abandonar mi profesión y dedicarme a cosas que no tienen nada que ver, pero me permiten sobrevivir profesionalmente.
¿Qué os parece, la cantidad de sombras y nieblas que aparecen en mi maternidad? ¿coincide con las vuestras? A lo mejor habría que hacer un post sobre las luces y colores de la maternidad. ¿no creeis?

19 comentarios:

  1. Ainsss Pilar...como te entiendo...en muchas sombras, en casi todas, coincidimos. Muchas veces lo que tu, y es que las luces las dice todo el mundo, auqnue mientan, pero las sombras no las cuenta nadie...y a veces hace que eso te haga sentir malamadre o que seas rara, por eso está bien que las escribamos...
    Mucho ánimo y como dice una prima mía: " tranquila que cada vez es mejor" Un besote bonita!

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    1. Sí es cierto que cada vez es mejor, aunque paso fases en las que hay neblina: madre mia, qué difícil es esto. Un besote

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  2. ahí le has dado, maja. coincido en casi todo. yo intento animarme diciendo que poco a poco las cosas irán a mejor y disfrutando de los pequeños momentos de risas con víctor (que son muchos) pero es cierto que muchas veces se hace cuesta arriba. lo bueno es darse cuenta de esto y tomar cartas en el asunto, ya te dije que siguiendo tu ejemplo con el gimnasio yo me hago ahora en casa mi pilates casero cuando encuentro 10 minutillos de tranquilidad y estoy muy contenta.
    espero ese post de colores ahora :)

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    1. Jo pues como nos vamos a poner, con un tipín guay. Bueno a ver si las sombras se van difuminando. Un besito Bego

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  3. Es complicado, has dicho muchas de las cosas que antes o después casi toda madre tiene en mente. Lo de ponerse mala y tener que cuidar de tu propio hijo me ha pasado, y es horrible, no puedes hacer nada, y la impotencia que se siente por no poder estar plenamente con ella es dura; pero el tiempo va pasando, los niños se adecuan a sus padres, y éstos a los hijos, y aunque sigamos haciendo encaje de bolillos con el tiempo y el trabajo, seguimos al pie del cañón. Podemos estar más cansadas, más tristes, o sentirnos más viejas, pero es nuestra vida, y tenemos vidas que dependen de ella, así que a moverse por cambiar esos pensamientos, y llenarlos de alegría, calidad e ilusión.

    Besos

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    1. Sí en ello estoy intentando cambiar mis pensamientos, parece que la cosa va mejor, pero hay rachas en las que mi cabeza y mi corazón se nubla. un beso Marta, muchas gracias

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  4. Pues sí, amiga, es verdad lo que cuentas. Me siento totalmente identificada. A veces, en mi desesperación, veía a madres hablar como si estuvieran en un anuncio, todo perfecto, ellas estupendas, sin rastro de cansancio (esto es TAN horrible) y con maridos sonrientes... me daban ganas de largarme en plan huida al otro lado del mundo.

    Como que no estaba hecha para ser madre.

    Pero a medida que van creciendo y se vuelven más autónomos y se enferman menos y tú puedes dormir más horas seguidas y vas descubriendo que, poco a poco, vas recuperando un poquito de espacio para tí y puedes volver a hacer cosas tuyas. Sin pañales por medio. Te aseguro que vas a llegar a ese punto.

    Y sobre tu pareja, hablar, hablar y hablar. Contarle cómo te sientes. Siempre hablar. Que te diga cómo está, qué necesita (No lo des por supuesto ni le "leas la mente") y haz tú lo mismo. Súper importante¡¡

    Poco a poco, amiga, se va viendo la luz.

    Y hasta se inventan negocios¡¡¡

    ánimo y ya sabes dónde estoy... un beso gordo¡¡

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    1. Gracias Blanca, menudo fichaje eres, entre la administradora de telas, y de consejos, me encanta haberte conocido. Muchas gracias. Ya te iré contando cómo va la cosa.

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  5. ¡¡No sabes como te entiendo!! Y creo que cualquier madre realmente sincera te dirá lo mismo...
    Ser madre es duro, muy duro, sobre todo al principio. Yo lo pasé muy mal los primeros meses de mi hija. Me sentía muy triste, con mucho miedo, mucha falta de tiempo, de sueño, de paz, de tranquilidad, falta de libertad... A veces sentía que no quería suficiente a mi hija, que todos esos sentimientos no eran normales y me sentía una mala madre por tener todos esos pensamientos...
    Pero mi hija ahora tiene tres añitos, y es cierto que ha costado, ha sido duro, pero ahora no lo cambio por nada del mundo, ahora me siento la más afortunada del mundo, ahora me siento relajada, segura de mi misma, me siento plena y feliz...cierto que no siempre es fácil, pero mi perspectiva y mis sentimientos es verdad que han cambiado a medida que mi hija ha ido creciendo. De hecho, me he animado a tener otro hijo! Y mira que cuando nació mi hija juré y perjuré que no tendría más hijos. Jeje.

    Ánimo guapa. Seguro que tus sentimientos mejorarán.

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    1. Osea que espero que dentro de poquito, la cosa sea muy buena tal como me dices. Que ahora tengo la suerte, de ver que estoy encantada con mi hija, aunque haya momentos de duda. Muchas gracias guapa

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  6. Pilar, me he sentido taaaaan identificada que me he tomado la libertad de linkarte en mi blog.
    Ánimo guapa!

    http://nuritabanana.blogspot.com.es/2013/09/la-sombra-de-la-maternidad.html


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    1. Cristina, y por qué no escribes sobre tus sombras, me encantaría leerlo y a veces cuando escribes las cosas se identifican mejor. Muchas gracias

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  7. Pilar, cómo te entiendo..... ser madre no es nada fácil, en los momentos buenos, todo es perfecto, pero cuando no puedes ni con tu alma y los hijos se empeñan en complicarlo más, te dan ganas de salir corriendo!!!!

    Yo busco siempre la sonrisa, el abrazo y buen humor.... cuando a veces me desespero, intento no sentirme culpable por ese sentimiento, pues se que es normal, no todo en esta vida es de color de rosa y no por eso quiero menos a mi hijo, que es lo más bonito e importante que tengo.

    Aprovechar al máximo esos buenos momentos, hacen que cuando llegue alguno malo, parezca menos malo!!!

    Mucho ánimo y no te preocupes porque no estas sola!!!

    Un besote gordo!!!!

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  8. Tengo un pequeñajo de 18 meses. Solo decirte que he empezado a sentirme yo misma hace un par de meses. Comparto todo lo que has dicho. Animo guapa.

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  9. Decirte q tu lista la podría haber escrito yo si hubiera encontrado un momento libre para hacerlo :-(

    En mi caso soy mami de dos, el mayor con 6 años, ya es muy independiente, pero la pequeña con 17 meses depende demasiado de mí y muchas veces las situaciones me hacen sentirme impotente.

    Con la pequeña he sabido valorar lo fácil que fue ser madre con el mayor, yo que me quejaba de que comía mal! y al pobre le sentaba en la trona y se entretenía con la cesta de las pinzas mientras le daba el puré... y al poco rato de terminar se quedaba dormidito!!

    Con la pequeña sólo hemos conseguido sentarla en la trona 2 veces!!! y el resultado ha sido tener que lavar la funda y todo en 1 metro a la redonda de lo que vomitó...no come, no quiere bibes...sólo quiere teta, a todas horas, en cualquier sitio ...

    Yo trabajo a turno partido y en cuanto aparezco por casa sólo quiere estar conmigo, bien en brazos y con la teta o bien recorriendo la casa conmigo de la mano... y estoy agotada!!! no veo el momento de que hable, para poder razonar con ella, para poder volver a ser persona, sin ir corriendo siempre a todas partes, sin sentir que los dejo "abandonados" aunque se queden fenomenal por la mañana en el cole y en la guarde o en casa con papá por la tarde ..."¿te tienes que ir mami?, ¿vas a ir a mi partido de futbol conmigo?" esas preguntas duelen en boca de mi niño...

    No eres la única q se siente desbordada...no es un consuelo...pero al menos no te sientas bicho raro, somos más las que tenemos ojeras que nos llegan a los pies, hace siglos que no vamos al cine y los planes son en horario infantil.

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  10. Pilar, lo has clavado
    Coincido en todas tus sombras.
    Lo que me sorprende es que tantas, tantísimas madres hayamos coincido en el tiempo pensando en nuestras sombras... En serio, yo llevo días haciéndolo y muchas madres que conozco también! y en internet están apareciendo muchos post sobre ello.
    ¿Será septiembre con tanto cambio y el cambio de tiempo el culpable de ello?
    Yo llevo una semana fatal: agotada física y emocionalmente. Respirando a bocanadas con mis 2 peques de 23 meses y 9 meses.
    De verdad que llevo un mes de lo peorcito de mi vida.
    Hace dos o tres días pensaba en la película de Las Horas (la habéis visto?? es preciosa) y en esa protagonista madre que se va y abandona a sus hijos. Y la entendía tan bien!
    Me imaginaba largándome yo misma, cogiendo un avión a cualquier parte, durmiendo en un hotel 48 horas seguidas... umm , qué placer.
    Pero luego, me imaginaba buscando avión de vuelta como una loca porque no podía/no puedo estar sin mis hijos!!
    Yo lo tengo claro: adoro, amo a mis hijos.
    Pero no me gusta la maternidad.
    Un abrazo

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  11. Coincido con todas tus sombras, pero todas eh!

    Quizá mi caso es distinto porque en mis 3 años de infertilidad tuve mucho tiempo para informarme sobre como es la maternidad realmente, con sus luces y sus sombras. Me pasaba horas leyendo foros y blogs de maternidad y cada una de esas sombras las envidiaba hasta lo más profundo de mi corazón día tras día.

    Además el hecho de no saber si iba a nacer mi hija viva, y haber tenido 3 abortos anteriores, me hizo ver todas las renuncias que conlleva la maternidad como un verdadero placer. Para mi ser madre fue un triunfo, estaba inmersa en una guerra sin tregua contra la naturaleza... ¡Y gané yo!

    Eso no quita que haya cosas que cueste aceptar más o menos pero date tiempo. Yo también he renunciado a mi vida profesional pero no me arrepiento lo más mínimo, al menos por ahora, trataré de reinventarme y si no siempre puedo volver.

    Pasito a pasito, ya verás como cada vez te resulta un poquito más fácil. Y está muy bien escribir sobre ello, para ser conscientes y sobre todo para desahogarnos. Ser mamá bloguera es la mejor terapia!! Un besote guapa y fuerza, que son etapas y todo pasa :-)

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  12. No has podido ser más sincera y transparente. Gracias, es exactamente mi situación. Pero estoy también aprendiendo a ser mamá y a dejarme llevar por los vientos fuertes y acariciar por los suaves.

    Diana

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  13. Todas hemos pasado por esos momentos y no hay que avergonzarse, después de tanto trabajo nos sentimos exhaustas y solo hay que dejar pasar el tiempo, todo lo cura

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